Table Of ContentÁngel López García
Fundamentos genéticos
del lenguaje
CÁTEDRA
LINGÜÍSTICA
1.* edición, 2002
© Ángel López García
© Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S. A.), 2002
Juan Ignacio Luca de Tena, 15. 28027 Madrid
Depósito legal: M. 21.922-2002
I.S.B.N.: 84-376-1991-2
Printed in Spain
Impreso en Lavel, S. A.
C/ Gran Canaria, 12. P. I. Los Llanos 28970
Humanes de Madrid (Madrid)
índice
Prefacio......................................................................................... 13
Capítulo primero. Introducción ..................................................... 17
1.1. Las ciencias de la naturaleza y las ciencias del hombre........... 17
1.2. El ser humano como organismo radicalmente antientrópico . 20
Capítulo II. El lenguaje de la vida .....................„.;................™..:.l.... 23
2.1. El lenguaje químico y el lenguaje bioquímico....................... 23
í 2.2. La semiótica de la vida ................................................. 27
Capítulo III. La información y las formas de la vida ................... 31
É 3.1. La información en el interior de la célula ......... 31
: : 3.2. De la información intracelular a la información extracelular.. 36
Capítulo IV. De la información a la comunicación .................... 43
4.1. Procesos comunicativos en la naturaleza ..........:.................l.... 43
; 4.2. La comunicación entre los antropoides............................. 48
4.3. Las propiedades del lenguaje ................................................i.... 57
Capítulo V. El código externo del lenguaje humano ! i 61
5.1. El cómo del aprendizaje lingüístico de los primates .............. . . 61
5.2. El porqué del aprendizaje lingüístico de los primates ............ 65
5.3. Protolenguaje y leyes gestálticas............................................. 69
Capítulo VI, El código interno del lenguaje humano ..... ., 77
1 6.1. La cuestión del innatismo.................................... 77
- 6.2. Objeciones al innatismo y propuestas de s o l u c i ó n .1J 84
7
Capítulo VII. Las propiedades sintácticas del código interno . 93
7.1. Una falsa analogía.................................................................... 93
7.2. Replanteamiento de la analogía.............................................. 98
Capítulo Vffl. La proyección formal del código genético....... 105
8.1. El codón y la estructura de la frase......................................... 105
8.1.1. La tercera base y el complemento............................. 109
8.1.2. La segunda base y el núcleo...................................... 111
8.1.3. La primera base y el especificador............................. 114
8.1.4. La estructura del codón y la estructura de la frase... 116
8.2. La categorización...................................................................... 120
8.3. Los niveles y la fijación en el referente ................................... 129
8.4. La concordancia y el tambaleo............................................... 133
Capítulo IX. Más allA del código genético: nuevas proyeccio
nes formales ..................................................................................................... 143
9.1. El ADN satélite y la estructura de constituyentes....... 144
92. El entrecruzamiento y las construcciones correlativas-------- 153
9.3. La recursividad.......................................................................... 161
9.4. Los transposones y las llamadas categorías vacías.................. 162
9.5. Transposiciones compuestas y completivas de estilo indirecto . 168
9.6. La dominancia en cis y el concepto de isla sintáctica ........... 170
Capítulo X. La construcción del texto...................................... 173
10.1. El cistrón y la oración...............................................................; 174
10.2. El operón y el texto............................................................. 181
10.2.1. Represión y coherencia semántica ................. 187
102.2. Inducción y cohesión sintáctica .................................................................................................. 189
10.3. Mecanismos celulares y descodificación de textos................. 191
10.4. La transcripción y sus equivalentes discursivos.................. 193
.. 10.4.1, Exones, intrones, cistrones: el enunciado y la oración ; 195
,, 10.4.2. El promotor y el tópico ............................................ ; 198
... 10.4.3. Terminación con rho y sin rho: el foco y el rema ..... ; 200
10.5. Marcas formales de la traducción y equivalentes discursivos .. 204
10.6. El acto de traducir y la comprensión lingüística.................... 208
10.7. Modificaciones postraduccionales y producción de sentido . , 212
10.8; La variedad del ARN, y la variedad de las lenguas ................. 216
Capítulo XI. La construcción de la gramática ........................... 219
11.1. La replicación como fundamento de la producción y del me-
.. talenguaje................................................................................; 223
11.2. El surgimiento del yo .....«.......................o 226
8
11.3. Patrones gestálticos y patrones lingüísticos............................ 228
11.3.1. La construcción de la escena primaria....................... 232
11.3.2. La categorización primaría......................................... 233
11.4. Construcciones gramaticales secundarias............................... 234
11.5. Justificación genética de las etapas de adquisición................. 246
11.6. Justificación genética de la creatividad................................... 248
'9
A Teresa, mi mujer, este texto que completa
otro que le dediqué hace casi un cuarto de siglo.
Ahora como entonces o, mejor, más que nunca.
Prefacio
El autor de este libro ha vacilado mucho antes de escribirlo. Sabe
que el tema está en el ojo del huracán de la cultura del siglo xxi y
también sospecha que las consecuencias que se extraen de él pueden
representar un punto de inflexión en la imagen que los humanos tene
mos de nosotros mismos. Tanto es así que he resistido la tentación de
escribir un capítulo de conclusiones: dejo a cada lector que las extrai
ga por sí mismo. El problema es que un libro se escribe teniendo pre
sente al usuario potencial al que va destinado, y estos Fundamentos ge
néticos del lenguaje no sabrían dónde encontrar su lector ideal. ,
Últimamente se ha puesto de moda la utilización de conceptos ex
traídos de las ciencias duras para hacer progresar a las ciencias blandas.
Esta clase de frivolidad —que Alan Sokal ha denominado con dureza
«imposturas intelectuales»— se sirve de conceptos matemáticos o físi
cos en Teoría literaria, en Psicoanálisis o en Sociología. Personalmente
siempre he sido bastante escéptico respecto a estos intentos, tal vez
porque mi formación tiene un doble entronque, científico y humanís
tico a la vez, de manera que soy consciente de hasta qué punto ambos
mundos no tienen nada en común. Mas, si en alguna parcela del co
nocimiento deberíamos tender un puente entre ellos, es precisamente
en la que nos ocupa aquí. Resulta que el ser humano es un organismo^
consta de productos minerales y de procesos orgánicos, similares en
todo a los de la naturaleza, pues no deja de ser parte de ella; pero, ade
más, habla, tiene lenguaje y, por ello mismo, piensa y vive en sociedad.
¿No habría que plantear el paso de una fase a otra en algún momento?
El problema es que dicho propósito resulta casi imposible sin un
método específico y el autor, quiero confesarlo abiertamente, carece de
13
él. Las imposturas intelectuales, a que acabo de aludir, nacen precisa
mente de esta pretensión, de creer que el método hipotético-deductivo
de la ciencia natural puede aplicarse al ser humano, de suponer que
nuestros pensamientos, emociones y palabras pueden ser predichos
desde un modelo formal y posteriormente comprobados en el labora
torio. Tal vez me equivoque, pero creo que por ahora esto no es así y
dudo que vayá a serlo alguna vez. Por ello, prudentemente, me he li
mitado a la analogía como procedimiento —que no método científi
co— de descubrimiento. El lector de este libro no encontrará otra cosa
que una gran cantidad de leyes y categorías lingüísticas que son equi
valentes a otras tantas leyes y categorías genéticas. Es poco, pero resul
ta sorprendente y sus implicaciones —-en esto no creo engañarme—
son muy profundas.
Sin embargo, la dificultad, ya lo he dicho, estriba en el tipo de lec
tor. Nuestra formación académica universitaria tan apenas considera
sensato, y ni siquiera concebible, que un estudiante curse a la vez asig
naturas de Lingüística y de Genética. Lo malo es que el lector de este
libro debería poseer conocimientos de ambas disciplinas. Al redactar
estas páginas me he debatido constantemente entre la necesidad de es
cribir para lingüistas que no saben Genética y para genetistas que no
entienden de Lingüística. La manera de satisfacer a ambos ha consisti
do en procurar simplificar las dos posiciones, pero sin llegar a triviali-
zarlas. Espero haberlo logrado. Ya sé que mis afirmaciones lingüísticas
admiten muchas puritualizaciones y supongo que a mis datos genéti
cos les sucede lo mismo. Pero si hubiera atendido a ambos requeri
mientos!, este libro habría resultado ininteligible y tal vez no se hubie
se escrito nunca.
. Una dé las consecuencias del carácter híbrido de este trabajo es la
gran cantidad de ayudas que me he visto obligado a recabar. Siempre
he discutido los resultados de mis investigaciones con otros colegas,
pero en este caso han leído el manuscrito muchas más personas de lo
habitual. A todas ellas quiero agradecer sus generosas contribuciones.
Algunos lectores, que sabían lo que estaba intentando, no dejaron de
alentarme además en todo momento mucho antes de que les hiciese
llegar el texto: Luis Santos,' de la Universidad de Salamanca, José An
drés Molina, de la Universidad de Granada, y Cándido Pérez Gállego,
dé la Universidad Complutense, así como Félix Monge, mi maestro,
son los verdaderos culpables de que estas ideas hayan visto la luz. Es
imposible citar aquí a todos los demás colegas a los que envié lá prime
ra versión de este original, pero no quiero dejar de mencionar, por el
influjo que su opinión ha tenido para mejorarlo^ a..Valerio Báez, Igna-
14
ció Bosque, José María Brucart, Julio Calvo, Milagros Fernández,
Agustí Galiana, Joaquín Garrido, Carlos Hernández, Juan Carlos Mo
reno, Antonio Narbona, Jenaro Ortega, Manuel Pruñonosa y Agustín
Vera, así como a mis compañeros del Departamento de Teoría de los
Lenguajes de la Universidad de Valencia. Agradezco asimismo la ayu
da que me prestaron los profesores del Departamento de Lingüística
de la Universidad de Murcia, donde pude exponer públicamente una
versión preliminar, y a Giovanni Invitto, el director de la revista Segni
e Comprensione, que la publicó en sus páginas. Finalmente, es para mí
una satisfacción que Ediciones Cátedra acoja este libro en su catálogo.
Allí publiqué hace más de veinte años (!) una obra que inauguraba la
desazón intelectual a la que he aludido y que daría lugar a toda una es
cuela de pensamiento lingüístico (para una exposición acutalizada,
véase ahora «Die gramática liminar», s.v., Lexikon der Romanistíschen
Linguistik, I, 1). Es como cuando uno recupera un paisaje de la niñez.
Estos Fundamentos genéticos del lenguaje, por supuesto, son muy distin
tos, pues no se plantean la cuestión del lenguaje en términos lógico-
matemáticos, sino biológicos. Sin embargo, tengo la impresión de que
lo que me obsesiona sigue siendo lo mismo: como entonces, lo único
que me mueve es el viejo ideal socrático de «conócete a ti mismo»,
aunque aquí se aplique a la especie y no al individuo.
15
Capítulo primero
Introducción
1.1. Las CIENCIAS DE LA NATURALEZA
Y LAS CIENCIAS DEL HOMBRE
Hay una prevención ideológica evidente que nos veda la utiliza
ción de las categorías de la ciencia natural en el estudio de las ciencias
humanas. ¿Acaso podemos entender al hombre con los conceptos de
que nos servimos para describir a los animales o, peor aún, a las plan
tas? Una cosa es que los humanos desciendan de los simios superiores
—hoy en día casi nadie se atrevería a declararse antidarwinista— y otra
muy diferente que la especificidad humana pueda compararse a ellos.
Porque, como decían los antiguos, el hombre no sólo tiene cuerpo,
también tiene espíritu. Es verdad que este planteamiento resulta ajeno
a la ciencia. Pero no debemos dejamos engañar por las palabras. El ser
humano —decimos— tiene conciencia y los animales no; el ser huma
no posee raciocinio y los animales no (algunos son inteligentes, pero
esta es sólo una condición para aquel); el ser humano actúa de mane
ra intencional y los animales no; el ser humano posee una lengua y los
animales no. Conciencia, raciocinio, intencionalidad, lenguaje: he aquí
comportamientos específicos del hombre, diferentes entre sí, aunque es
trechamente relacionados, los cuales antes se solían agrupar bajo el có
modo rótulo de «espíritu» o, como diríamos ahora, de «mente», que es
palabra que asusta menos. Lo relativo al hombre pertenecerá, pues, a las
ciencias del espíritu (Geisteswissenschqfien), lo relativo a minerales, plantas
y animales, a las ciencias de la naturaleza (Naturwissmscbafien).
17