Table Of ContentTítulo de la edición original:
THE MAKING OF THE PENTATEUCH:
A Methodological Study
© 1987, Sheffield Academic Press, Sheffield, England
Traducción castellana:
VíctorMorla
Ilustración de cubierta:
Luis Alonso
© EDITORIAL DESCLÉE DE BROUWER, S.A. 1995
C/Henao, 6 - 48009 BILBAO
Printed in Spain
ISBN: 84-330-1105-7
Depósito Legal: S.S. 882/95
Impreso en: Itxaropena, S.A. ZARAUTZ
,
INDICE
Prólogo 9
Abreviaturas 11
Introducción 13
PRIMERA PARTE:
HIPÓTESIS LITERARIAS
Capítulo l. La Hipótesis Documentaria 23
Capítulo 11. La crítica del Pentateuco después de Wellhausen 35
Capítulo 111. Valoración de la Hipótesis Documentaria .47
Capítulo IV. Comparación con otras hipótesis literarias 127
Capítulo V. Resumen y conclusiones 131
SEGUNDA PARTE:
HIPÓTESIS HISTÓRICO-FORMAL
E HISTÓRICO-TRADICIONAL
Capítulo l. La nueva perspectiva 135
Capítulo 11. El significado de "tradición" 139
Capítulo 111. Estudio de la tradición oral 141
Capítulo IV. Métodos histórico-tradicionales. Algunos ejemplos 187
Capítulo V. Valoración conslusiva 217
TERCERA PARTE:
APROXIMACIÓN ALTERNATIVA
Capítulo l. ¿Un solo autor para el Pentateuco? 225
Capítulo 11. Las fuentes 239
Bibliografía 247
PRÓLOGO
Es más fácil poner en duda viejas teorías que ofrecer una alternativa
satisfactoria. Sin embargo, la impotencia para hacer esto último no inva
lida necesariamente la pretensión de hacer lo primero, especialmente
cuando, como sucede con el tema abordado en este libro, el problema
consiste en cómo hacer adobes sin paja. Existe la duda de si será alguna
vez posible establecer con cierto grado de certeza el modo en que fue
compuesto el Pentateuco. La principal argumentación de este libro hay
que buscarla, por tanto, en las Partes I y 11, que tratan respectivamente
de demostrar las deficiencias de las dos soluciones principales al proble
ma que hemos planteado: la Hipótesis Documentaría y la perspectiva
histórico-tradicional. La Parte III no es más que un intento de esbozar
un punto de vista alternativo que, atribuyendo a un solo autor un alto
grado de imaginación y una gran libertad en el tratamiento de las fuen
tes, trataría de penetrar bajo la superficie del texto para identificar y
reconstruir esas fuentes, inservibles para explicar la mayor parte del
material narrativo.
Se observa una creciente tendencia entre los especialistas a centrarse,
por diversas razones, en lo que con frecuencia se ha llamado "forma
final del texto", dejando a un lado el problema de cómo se llegó a la
forma final. Debemos dar la bienvenida a este nuevo énfasis, toda vez
que conduce a un mayor aprecio de las cualidades literarias y teológicas
del Pentateuco. Sin embargo, se sigue discutiendo activamente la cues
tión de su composición, aunque no ya recurriendo a las primeras mani
festaciones de la investigación especializada. La idea de que el
Pentateuco es una especie de tell cuyos numerosos estratos pueden ser
sacados a la luz para descubrir la historia de las creencias religiosas de
Israel desde los primeros tiempos hasta el periodo del exilio, se sigue
dando por supuesta entre numerosos especialistas, que continúan ense
ñándola a sus alumnos. Es necesaria, por tanto, una crítica de tal idea,
crítica que también nos proponemos en este libro. Sin embargo, en este
intento no pretendo confrontarme con los primeros estudios críticos del
Pentateuco. Al contrario, si de este intento mío de describir el falso iti-
10
EL PENTATEUCO
nerario seguido por los especialistas del siglo pasado sacan algunos lec
tores la conclusión de que aprovecharían mejor el tiempo estudiando
otros aspectos del Pentateuco, estaría de acuerdo con ellos.
La presente obra se interesa casi exclusivamente por el material
narrativo del Pentateuco. El amplísimo material legal constituye un
campo de estudio completamente distinto, y requiere un tipo de aproxi
mación totalmente diferente. En contraste con las narraciones, aquí es
posible un tratamiento diacrónico, por otra parte esencial: el Libro de la
Alianza, las leyes del Deuteronomio y el llamado "Código Sacerdotal"
proporcionan material para un estudio histórico de la ley israelita y de
las ideas religiosas subyacentes. Pero esos códigos legales constituyen
un tipo particular de fuente, que originalmente no tenían nada que ver
con las otras fuentes que incorporó a su obra el historiador del
Pentateuco.
Soy deudor de muchos especialistas, antiguos y contemporáneos, y
desde luego de Julius Wellhausen, Hermano Gunkel y Martin Noth.
Aunque creo que sus soluciones al problema de la composición del
Pentateuco son en definitiva insatisfactorias, fueron estos tres grandes
maestros de la investigación del Pentateuco quienes describieron los
problemas reales planteados por el texto e impulsaron a las generaciones
siguientes a continuar buscando soluciones.
Los argumentos expuestos en la Parte I fueron presentados de mane
ra resumida en algunas conferencias leídas en el Seminario de
Investigación del Departamento de Estudios Bíblicos de la Universidad
de Sheffield y en el Seminario de Antiguo Testamento de la Universidad
de Cambridge. Agradezco a todos los participantes sus críticas y útil~s
discusiones del tema.
Deseo dar las gracias al Dr. G. Kahn, de la Sección Taylor-Schechter
para el estudio de los textos de la Gueniza de la biblioteca de la
Universidad de Cambridge, por indicarme las variantes en las referen
cias a la divinidad de los textos hebreos medievales; al Dr. P.P. Sims
Williams, del Departamento de Anglosajón, Noruego y Celta de la
Universidad de Cambridge, por su información sobre el estado actual
del problema de distinguir elementos orales en las sagas noruegas y
sobre otras cuestiones relativas a la literatura oral, así como por sus
referencias bibliográficas; y a la editorial JSOT por aceptar una vez más
una obra mía en su Serie Suplementaria.
R.N. Whybray
ABREVIATURAS
AB Anchor Bible; Garden City, Nueva York.
ANV AO A vhandlinger i norske videnskapsakademi i Oslo; Oslo.
ATANT Abhandlungen zur Theologie des Alten und Neuen Testaments;
Zurich.
ATD Das Alte Testament Deutsch; Gotinga.
BA Biblical Archaeologist; New Haven.
BASOR Bulletin of the American Schools of Oriental Research; Jerusalén,
Bagdad, New Haven.
BBB Bonner Biblische Beitrage; Bonn.
BEvT Beitrage zur Evangelischen Theologie; Munich.
BKAT Biblicher Kommentar, Altes Testament; Neukirchen.
BTB Biblical Theology Bulletin; St Bonaventure, Nueva York.
BVSAW Berichte über die Verhandlungen der Sachsischen Akademie der
Wissenschaften zu Leipzig; Leipzig.
BWANT Beitrage zur Wissenschaft vom Alten und Neuen Testament;
Stuttgart.
BZ Biblische Zeitschrift; Paderbom.
Beihefte zur Zeitschrift für die Alttestamentliche Wissenschaft;
BZAW
Berlín.
CAH Cambridge Ancient History; Cambridge.
CAT Commentaire de l' Ancien Testament; Neuchátel.
CBC Cambridge Bible Commentary; Cambridge.
CBQ Catholic Biblical Quarterly; Washington D.C.
EB Etudes Bibliques; París.
ET Expository Times; Edimburgo.
EvT Evangelische Theologie; Munich.
FRLANT Forschungen zur Religion und Literatur des Alten und Neuen
Testaments; Gotinga.
12 EL PENTATEUCO
HK
Handkommentar zum Alteo Testament; Gotinga.
HTR Harvard Theological Review; Cambridge, Mass.
HUCA Hebrew Union College Annual; Cincinnati.
1B Interpreter's Bible; Nueva York.
ICC Intemational Critica! Commentary; Edimburgo y Nueva York.
IDB Interpreter' s Dictionary of the Bible.
JBL Joumal of Biblical Literature; Filadelfia.
JSOT Joumal for the Study of the Old Testament; Sheffield.
KHC Kurzer Hand-Kommentar zum Alten Testament; Tubinga.
LXX Traducción de los Setenta.
MT Texto masorético.
NCB New Century Bible; Londres.
NF Neue Folge.
NS Nueva Serie.
OBO Orbis Biblicus et Orientalis; Friburgo (Suiza) y Gotinga.
OTL Old Testament Library; Londres y Filadelfia.
RB Revue Biblique; París.
SBL Society of Biblical Literature.
SBS Stuttgarter Bibelstudien; Stuttgart.
SBT Studies in Biblical Theology; Londres.
StTh Studia Theologica. Scandinavian Joumal of Theology; Lund.
TBAT Theologische Bücherei, Altes Testament; Munich.
TLZ Theologische Literaturzeitung; Leipzig.
TR Theologische Rundschau; Tubinga.
TZ Theologische Zeitschrift; Basilea.
UUA Uppsala universitets arsskrift; Uppsala.
VT Vetus Testamentum; Leiden.
VTS Suplementos a Vetus Testamentum.
WC Westminster Commentaries; Londres.
WMANT Wissenschaftliche Monographien zum Alten und Neuen Testament;
Neukirchen.
ZA W Zeitschrift für die Alttestamentliche Wissenchaft; Berlín.
ZDA Zeitschrift für Deutsches Altertum und Deutsche Literatur;
Wiesbaden.
ZTK Zeitschrift für Theologie und Kirche; Tubinga.
INTRODUCCIÓN
La forma en la que el Pentateuco se presenta al lector es la de una
historia. El hilo narrativo que empieza en Génesis 1 continúa de manera
i ininterrumpida hasta la noticia de la muerte de Moisés al final del
Deuteronomio. En la obra pueden encontrarse también otros elementos
(leyes, poemas y canciones), pero son presentados corno recitados o
cantados por personas que aparecen en la narración, formando así un
todo con ésta. No hay ruptura en la secuencia cronológica de los aconte-
cimientos.
¿Pero representa la muerte de Moisés la conclusión de esta historia?
El hilo narrativo no se corta con el Deuteronomio. El libro de Josué, que
viene después, pretende aparecer corno su continuación, corno ponen de
manifiesto las palabras introductorias: "Tras la muerte de Moisés ... ". Un
vínculo similar puede observarse entre Josué y Jueces. Se podría objetar,
y en realidad se ha hecho, que el conjunto que va de Génesis a Reyes es
una larga historia.
El punto de vista de Martín Noth se opone abiertamente a esta idea.
Para él, el Pentateuco es más breve de lo que tradicionalmente se supo
nía, pues el Deuteronomio no formaba parte originalmente de él. En rea
lidad, la separación que hace Noth del Deuteronomio respecto a
Génesis-Números no carecía de precedentes. Algunos antiguos especia
listas ya habían reconocido que es un tipo de libro distinto de los otros y
que constituye un bloque aparte de material dentro del conjunto del
Pentateuco.
Este estudio se interesará sobre todo por los cuatro primeros libros
(de Génesis a Números), pues de su tratamiento depende el que se man
tengan o caigan la hipótesis documentaría y la histórico-tradicional. No
quiere esto decir que la cuestión del Deuteronomio y su relación con los
otros libros carezca de importancia o que será pasada por alto. Se discu
tirá de ella en la sección final del libro. Entre tanto seguiremos el ejern
pl o de Martín Noth en su History of Pentateuchal Traditions y
continuaremos usando el término "Pentateuco" al discutir estos libros,
14 EL PENTATEUCO
aunque bien mirado sería más preciso hablar de "Tetrateuco" o simple
mente de "Génesis-Números".
¿FORMA UNA UNIDAD EL PENTATEUCO?
El estudiante del Pentateuco se enfrenta a dos problemas. Uno se
relaciona con la naturaleza del producto comercializado: ¿tiene sentido
decir que el Pentateuco es una obra literaria autónoma?; en caso afirma
tivo, ¿qué tiene que decirnos? El otro problema está en relación con sus
orígenes: ¿es posible descubrir el proceso que desembocó en su forma
actual?
Los estudiosos del Pentateuco parten de la base de que no se trata de
una obra literaria unificada, tal como pueden ser descritas una novela
moderna o una obra actual de historia.
Su hilo narrativo le confiere una especie de unidad temática. Se trata
de un relato sobre las relaciones de Dios con la raza humana que ha cre
ado, y en particular con el grupo que pretendía descender de Abrahán,
hasta la ocupación de Palestina. Pero la unidad temática no es suficiente
para poder hablar de una obra unificada. Es también necesario investi
gar si el Pentateuco posee una estructura coherente, como podría espe
rarse de una obra histórica. No parece ser éste el caso, si aplicamos los
cánones de la literatura moderna. Contiene largas digresiones que no
ayudan al desarrollo de lo narrado, y que a veces parecen irrelevantes.
No hay duda de que existe un continuo hilo narrativo, aunque en ocasio
nes es extremadamente tenue; por otra parte, los incidentes narrados
están sólo ligeramente soldados. La obra contiene a todas luces material
recogido de distintas fuentes; y el autor o recopilador, aunque las ha teji
do hasta construir una narración continua, permite con frecuencia que
tengan voz propia, a pesar de que puedan expresar puntos de vista con
tradictorios o percibir las cosas desde perspectivas totalmente diferen
tes. Podría parecer que su intención era la de dar cierto tipo de
coherencia a una masa de tradiciones ( elegidas éstas a su vez de un blo
que todavía más amplio) para que pudieran ser significativas para sus
lectores. Pero, aunque resulta extremadamente difícil responder a la pre
gunta sobre el grado de reelaboración, ampliación o complementación
de estas tradiciones, lo cierto es que el autor o recopilador no trató de
forzar sus materiales para convertirlos en un esquema pulido en el que
desapareciesen los flecos.
Pero resultaría peligroso juzgar el Pentateuco a la luz de los cánones
literarios modernos. Vendría más al caso compararlo con las obras histó-
15
INTRODUCCIÓN
ricas del mundo antiguo. Como veremos en la parte III, los métodos de
composición que parecen haber sido usados para transformar ese mate
rial en una unidad no carecen de paralelos.
¿PUEDE DESCUBRIRSE EL MODO EN QUE FUE RECOPILADO?
Se trata de algo más que de una cuestión literaria. Cualquier intento
de descubrir el proceso mediante el cual alcanzó el Pentateuco su forma
actual debe explicar no sólo cómo, sino también por qué su recopilador
o recopiladores actuaron como lo hicieron: si no puede descubrirse un
motivo plausible, cualquier hipótesis que pueda avanzarse, por muy
ingeniosa que pueda ser, ignora la realidad de la psicología humana.
Pero descubrir los motivos de literatos anónimos que vivieron en una
época tan lejana como la del Pentateuco, es una tarea mucho más audaz
de lo que puede deducirse simplemente del conocimiento de la psicolo
gía humana. Debemos también tener en cuenta la diferencia entre la
forma moderna occidental de abordar la literatura y la del mundo anti
guo. Sería un grave error pensar que los recopiladores del Pentateuco
tenían las mismas nociones de autoría, trabajo editorial, estilo y cuestio
nes afines que tenemos nosotros. Sin embargo, aunque nuestro conoci
miento de otras literaturas antiguas nos proporciona ciertas claves útiles
para nuestro propósito, es una pena que carezcamos de información
exterior sobre el caso específico del antiguo Israel. Sólo podemos ofre
cer conjeturas sobre las convenciones literarias israelitas, conjeturas
basadas en la evidencia interna de la propia obra literaria ya acabada.
No existen antiguos tratados israelitas que nos digan cómo orientaron su
tarea tales historiadores.
Resulta difícil, por tanto, eludir la conclusión de que son muy pocas
las probabilidades que tienen los especialistas modernos de descubrir
(quizás sólo en términos muy generales) el modo en que fue recopilado
el Pentateuco. Esto no significa necesariamente que no merezca la pena
intentarlo. Pero habría que mirar con sospecha la seguridad con que
muchos especialistas (sobre todo en los últimos cien años) han propues
to sus puntos de vista. Toda hipótesis debe ser minuciosamente exami
nada, por lo que respecta tanto al método cuanto a los presupuestos que
se ocultan en él. Veremos que a menudo no se ha hecho más que añadir
conjeturas a conjeturas.
A continuación describiremos y examinaremos las principales teorías
sobre la composición del Pentateuco propuestas más o menos durante el
siglo pasado.