Table Of ContentCecilia Bergoboy
Que las
runas
te murmuren
el secreto
Cecilia Bergoboy
Que las runas
te murmuren el secreto
Direcci(cid:151)n Nacional del Autor.
N(cid:156)mero de expediente: 179981
Diagramaci(cid:151)n: Rom(cid:135)n Mazzilli
Indice
Dedicatorias 9
Pr(cid:151)logo. Presentaci(cid:151)n a la primera edici(cid:151)n del libro 10
Primera parte
El futharc un p(cid:151)rtico maravilloso 14
Mi aproximaci(cid:151)n al futharc 16
Runas, trazos mensajeros 18
Runaspostas 20
La energ(cid:146)a de las letras 22
C(cid:151)mo elegir un juego de runas 22
El conocimiento est(cid:135) en los (cid:135)rboles 24
Las tres iniciaciones de Od(cid:146)n 25
El cuerpo, veh(cid:146)culo de la energ(cid:146)a de las letras 28
Segunda parte
Octeto 1
Recorrido por el primer octeto 32
Fehu, la abundancia de dar y recibir 33
(cid:192)Podr(cid:146)a decirme d(cid:151)nde queda la felicidad? 35
Uruz, la fuerza de la iniciaci(cid:151)n 38
Thor, la fuerza de un gigante 41
Encontrar el modo de dar tu flor al mundo 44
Ansuz, en un principio fue el verbo 49
La ruta de la palabra 51
Raidho, el viaje hacia mi destino 54
Kaunaz, el ojo de Dios 57
El orden, otra manera de ver 59
Gebo, el regalo de una pareja equilibrada 63
Wunjo, un lugar de llegada para mi alegr(cid:146)a 66
Maestro 68
Octeto 2
Recorrida por el segundo camino de ocho letras,
de la granizada al sol 70
Hagalaz, el arma de los gigantes de la escarcha 73
En las manos de Dios 75
Naudhiz, la maestr(cid:146)a que da el dolor 78
Pobrecita 81
Isa, el hielo. El silencio del movimiento 84
Escuchando los (cid:135)rboles 86
Jera, la paciencia de sostener un ciclo 89
Aprendiendo a pedir ayuda desde un buen lugar 93
Eeihwaz, muerte y transformaci(cid:151)n en el coraz(cid:151)n
del futharc 95
Hacer beneficencia o promover el intercambio 98
Perdhro, el secreto se oculta en nuestro coraz(cid:151)n 103
Algiz, la oportunidad de decir no 107
Sowilo, un camino hacia el Sol 110
Momentos 112
Octeto 3
Pasaje por las (cid:156)ltimas ocho runas 114
Tiwaz, reposando en la fe 116
De regreso al s(cid:146) 118
Berkano, el coraje de lo femenino 120
Ehwo, un paseo que enlaza universos 123
Mannaz, la raza humana 126
Laguz, un cuerpo de agua 131
Ingwaz, la potencia de un comienzo 134
Cris(cid:135)lida 137
Dagaz, la irrupci(cid:151)n de la luz 140
Claroscuridad 142
Othalaz, el liderazgo: un estado que viene de la
acci(cid:151)n de los ancestros 146
Tercera parte
Visi(cid:151)n del p(cid:151)rtico 152
Que las runas te murmuren el secreto 159
Runas, un ritual comprometido o la abundancia
de lo peque(cid:150)o 161
C(cid:151)mo extraer las runas 163
Interpretaci(cid:151)n de una tirada 164
Descripci(cid:151)n de otra tirada 168
Diferentes formas de tirar las runas 171
Creando el recorrido 174
Dedicatorias
Ami hijo, Luis Pablo, maestro en mi vida espiritual.
A mi esposo, Daniel, primer transcriptor amoroso y pa-
ciente de mi tarea.
Amis padres, generadores de mi historia.
Amis alumnas, colaboradoras y compa(cid:150)eras de ruta, entre
ellas Carmen Avila.
APablo Runa, mi maestro de runas y camarada de investi-
gaciones.
A Alcira Merayo, maestra de paciencia, de fuerza y del
(cid:210)Sistema conciente para la t(cid:142)cnica del movimiento(cid:211).
Amis amigas y colegas de sendero, Marta Especel, Susa-
na Dodiuk, Estela Lerner y Mar(cid:146)a Padilla.
ADaniel Passerman, amigo y reparador de entuertos ciber-
n(cid:142)ticos.
ASilvia Ca(cid:150)averal con la que transitamos encuentros gra-
m(cid:135)ticos, que hicieron posible esta nueva edici(cid:151)n del libro
9
Pr(cid:151)logo
Presentaci(cid:151)n a la primera edici(cid:151)n del libro
Ante todo agradezco a Cecilia permitirme el honor de ha-
cer esta presentaci(cid:151)n de su libro.
Es algo que me da verdadero gusto; de modo que voy a tra-
tar de explicarles cu(cid:135)les son las razones por las que me gusta
presentarles este libro.
Hay dos clases de ceguera, la ceguera de los ojos y la ce-
guera del alma. Esta (cid:156)ltima, est(cid:135) bastante m(cid:135)s extendida que
la primera, como Uds. saben.
Lo que yo les aseguro es que Cecilia, si bien padece la ce-
guera del cuerpo, tiene, en compensaci(cid:151)n, la visi(cid:151)n del alma.
Y (cid:192)qu(cid:142) diferencia hay entre la visi(cid:151)n de los ojos del cuer-
po y la de los ojos del alma?
La visi(cid:151)n de los ojos del cuerpo depende de una fuente de
luz exterior, si no hay luz, no hay visi(cid:151)n. En cambio, los ojos
del alma iluminansu objeto, y tiene la virtud de contagiar es-
ta capacidad iluminante.
Uds. quiz(cid:135) se preguntar(cid:135)n c(cid:151)mo s(cid:142) que Cecilia ve con el
alma.
Aqu(cid:146) es donde entra en juego su libro. Porque cuando lo
lean, o lo escuchen, ver(cid:135)n que est(cid:135) escrito a partir de una
fuente de luz interior, y que, siendo as(cid:146), ilumina.
De modo que me gusta presentar este libro, en primer lu-
gar, porque ilumina, y exige, y promueve la visi(cid:151)n del alma.
La segunda raz(cid:151)n por la que me gusta presentar este libro
es que lo ha escrito alguien que habita por aqu(cid:146), en un barrio
de Buenos Aires, cerca de la plaza Irlanda, en la Rep(cid:156)blica
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Description:El objeto de hacer una tirada es comprender lo que la vida nos está pidiendo
realizar una tirada. Los vikingos fueron pueblos guerreros, marciales, de deci-.