Table Of ContentESCUaA TÉCNICA SUPERIOR DE ARQUITECTURA
DE LA UNIVERSIDAD POUTECNICA DE MADRID.
"LA ARQUITECTURA DE LUIS MOYA BLANCO"
I TESIS DOCTORAL POR ANTONIO GONZÁLEZ-CAPITEL
DIRECTOR, JOSÉ RAFAa MONEO VALLES.
(TEMA APROBADO EN FECHA 5 - ABRIL - 1976)
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Escuela Técnica Superior de Arquitectura de
la Universidad Politécnica de Madrid.-
LA ARQUITECTURA DE LUIS MOYA BLANCO (1927-57)
Tesis Doctoral por Antonio González-Capitel
Director, José Rafael Moneo Valles, Catedrá
tico de Elementos de Composición de la Escue
la de Arquitectura de la Universidad de Bar
celona.
I
Introducción.
Para quien se propuso la realización del siguiente escrito, acó
meter el estudio del trabajo realizado por el arquitecto Luis -
Moya Blanco representaba, en primer lugar, el interés de compren
der una obra que, afectada por una singular posición anti-moder
na y por la dependencia y servidumbre del régimen dictatorial -
franquista, ofrecía, sin embargo, la evidencia de la profundidad
y la intensidad de su empeño en la alta cualificación arquitec
tónica finalmente lograda.
Pero, además, la figura de su autor había quedado, en el inte—
rior de la cultura arquitectónica madrileña, rodeada de un "au
ra" equívoca -mitad mito, mitad anti-mito- que testimoniaba su
ineludible influjo. Asi, tanto la admiración hacia él como la T
imposibilidad de comprenderle, son aún hoy los rasgos con que,
mayoritariamente, se contempla una figura nuevamente recordada
y que parece exigir ser asimilada como parte ineludible -expli
cable- del propio pasado.
Pues Luis Moya Blanco no se limitó a ejercer la profesión de ar
quitecto, sino que al añadir las condiciones de investigador —
técnico e histórico, de profesor, y de polemista y crítico, lie
gó a personificar una definida actitud ante la arquitectura en
la que la obra que produjo quedaba completada con la posición -
teórica y doctrinal desarrollada en sus memorias y en sus escri
tos. Así, en segundo lugar, el trabajo de Luis Moya Blanco ofre
cía el interés de haber supuesto el inicio de una sistemática -
que, desde el plano teórico y desde el práctico, proponía el de
sarrollo de un clasicismo español contemporáneo.
Hacer una tal propuesta en la España de mediados del siglo XX -
no significa tan sólo la servidumbre y el apoyo al régimen dic
tatorial y a quiénes lo sostenían. Pues llevaba, al menos por -
añadidura, una poderosa carga crítica contra los que se tuvieron
por incontestables ideales de la modernidad, cuyo interés puede
ser hoy examinado sin equívocos. Y que sería, en último extremo,
la prueba de su condición explicable: aquella capaz de hacernos
olvidar antiguos esquematismos y prejuicios para erradicar así el
ambiguo fantasma de su figura y situarla en su realidad de re-
II
flexión¿arquitectónica y de práctica empeñada. Y capaz también
de contemplar el delirio de Moya -aquél que le llevaré a creer
en el clasicismo como la mejor arquitectura para la España del
XX- más alié de un simple gesto reaccionario o, cuando mes, an-
ti-utópico. Esto es, como testimonio -ni menos lúcido ni más —
alucinado que muchos otros- de los traumas y los problemas de -
la arquitectura de nuestro reciente pasado al asumir los compro_
misos que decidió o debió aceptar. El examen de tal reflexión y
de* tal práctica en el interior de tan empeñado ideal es tanto -
el contenido como el objetivo concreto de este escrito; que só
lo aspiraría a clarificar la figura y la arquitectura de Luis -
Moya al verla, ya no desde interpretaciones generales y exterio
res al hecho de la producción arquitectónica, sino desde el pro
pió interior de aquellas intenciones, ideas, e instrumentos, in
telectuales y materiales, que la soportaron y concibieron.
Una tal intención permitirá así, al autor de este escrito, retí,
rarse una vez cumplido su fin: exponer lo que a su juicio cons
tituye la aventura intelectual de Luis Moya Blanco, pues la in
terpretación que a estas páginas seguirá debe entenderse como -
el esfuerzo simple por expresarla. En la sospecha de que ella -
seré elocuente; y permitirá, a aquél que quiera, su propio jui
cio.
Según esto, el citado autor del escrito tuvo por objetivo prima
rio de su trabajo cubrir la necesidad de un doble conocimiento:
el que corresponde a la propia carrera de Luis Moya, y aquel —
otro ineludible para comprenderla, la arquitectura española an
tecedente y contemporánea a él. Segundo tema que obligaba, en -
definitiva, a examinar con especial detenimiento la arquitectu
ra de los años cuarenta, y algunos episodios de los veinte, trein
ta y cincuenta.
Se acometió, posteriormente, el objetivo propiamente dicho, cen
trándolo ya, no en la obra completa de Luis Moya, sino en el —
trabajo que desarrolla en la intención de anti-modernidad y en
la fidelidad a lo que entendía como tradición clásica española.
En cuanto que a partir de bien entrada la década de los cincueB
ta el pensamiento de Moya debe resignarse a doblegar su trabajo
III
a las circunstancias, planteando una solución de continuidad, -
no se ha querido incluir en este estudio el resto de su carrera,
aún reconociendo el gran interés que emprender este examen puede
tener.
Así, pues, se ha compuesto el escrito dividido en dos partes: -
el pensamiento y la obra de Luis Moya. En el pensamiento, parte
primera dividida en cuatro capítulos, quiere dejarse expresada
la posición intelectual que se resume en sus escritos, dando no
ticia de las ideas que la sustentan (*Bases filosóficas e ideo
lógicas")» y de su postura crítica, tanto frente a los academi-
cistas ("El verdadero clasicismo y la verdadera tradición") co
mo frente a los modernos ("Crítica al estilo internacional"). -
Postura crítica que servirá para exponer lo que considera mejor
alternativa: "El clasicismo de la tradición española".
En la segunda parte, la obra, se trata de su producción arqui—
tectónica de 1927 a 1957» si bien haciendo un especial hincapié
en el ventenio 1937-57» Se divide en cinco capítulos.
En el primero de ellos - "Los trabajos juveniles y el "Sueño ar
quitectónico para una exaltación nacional"- se examinan sumaria
mente sus trabajos anteriores a la guerra civil (1927-36), pa—
sando a estudiar con mayor atención el "Sueño" (1937-38). En el
segundo se relata el inicio del camino "Hacia una academia espa
ñola", esto es, cual sea su producción arquitectónica emprendi
da a partir de la guerra, consolidada ya una tal intención. Tra
tando de. varias obras, el capítulo se centra, sobre todo, en —
dos de ellas: la Hilera de Viviendas abovedadas*en Usera (1942)
y el Escolasticado para los P.P. Marianistas en Carabanchel Al
to. (194-2).
El tercer capítulo se dedica a un importante tema dentro del —
trabajo de Moya, "La edificación de iglesias ", que centrándose
en San Agustín (194-5-55)» trata también algunos otros ejemplos.
El cuarto y el quinto ("La ciudad ideal" y "La construcción de
la ciudad ideal") vienen a exponer, finalmente, el momento en -
que, .Luis. Moya, al precio de assumir un mayor compromiso ideológi
co, encuentra la oportunidad de construir obras que, por su —
gran tamaño y diverso programa, le plantean la exigencia de dar
IV
una respuesta arquitectónica más completa y sistemática, al tiem
po que ofrecerla como medida y testimonio de su modo de pensar.
Se examinan así la Universidad Laboral de Gijón (1946-57) y tam
bien, más sumariamente,,1a Fundación San José en Zamora (194-7-53)
Con ello se da por terminado el escrito, acompañándose una nota
biográfica de Luis Moya, una lista de proyectos y de obras con
las referencias bibliográficas sobre los mismos, una bibliogra
fía de sus propios textos y otra de referencias sobre su obra.
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V
1* Parte: El pensamiento arquitectónico de Luis Moya»
La posición anti-moderna de Moya, cristalizada a partir de la -
guerra civil, supone tanto un entendimiento del trabajo de ar—
quitectura como campo dependiente de una concepción del mundo -
-de una ideología, en fin-, como la paulatina consolidación de
un pensamiento teórico cuya deuda con la ideología no es menos
acusada.
La obra que fundamentalmente examinaremos -la que responde con
evidencia a la concepción anti-moderna- es la que queda compren
dida entre el "Sueño arquitectónico para una exaltación Nació—
nal" (1937-38)(1) y la Universidad Laboral de Gijón (1946-1957),
límites que coinciden, incluso el segundo, con hitos o chame—
las históricas bastante precisas. La teoría es una doble conse
cuencia de la obra: se produce principalmente como reflexión so
bre el propio trabajo, aumentando y consolidándose a medida que
la mayor experiencia propicia la riqueza de la reflexiónf pero
también la insistencia y la relativa abundancia de los escritos
en que se vierten los principios teóricos va siendo mayor según
el consenso, que en el comienzo de los años cuarenta creyó al—
canzar, se diluye y esfuma con el paso del tiempo.
Arquitectura y pensamiento fueron, pues, en Moya, dos caras di
ferentes y extraordinariamente trabadas de un mismo plano -el -
trabajo de proyectar-, cuya coherencia convendrá, en todo caso,
examinar más adelante. Y si bien la ideología, la concepción —
del mundo, era la fuente más alta desde donde se iluminaba la -
arquitectura, no siempre podremos concluir que su trabajo, por
causa de la dependencia de tales presupuestos, sea anti-cientí-
fico, anulándose su valor al rechazar éstos. Por el contrario,
arquitectura y pensamiento suponen una contribución no desdeña
ble al oficio de construir y a la reflexión sobre la disciplina,
dando incluso lugar a la iluminación y al enriquecimiento de te
mas cuya discusión sigue siendo recurrente en el interior de —
nuestra cultura. Examinar tal contribución, comprobando cuánto
un trabajo concebido con una consciente dependencia ideológica
adquieise, al margen de ella, una validez más universal, es uno"
de los intereses del tema.
Description:"Bueno Arquitectónico", ^ntrada y axonometría de la Basílica. derno -la axonometría seccionada, por ejemplo-: En la búsqueda del suicida.